Publicado el Sept. 2, 2020, 5:48 p.m.
La realidad que ha impuesto la COVID-19 en casi todos los escenarios
de la vida social, política o económica, nos ha conducido a desplazar
ciertas rutinas y asumir otras nuevas. En este contexto, no han sido
pocas las actividades laborales que han tenido que transformar su campo
de acción y encontrar vías alternativas y mecanismos no tradicionales
para garantizar la operatividad de ciertas labores.
Más que nunca, se ha puesto de relieve la necesidad de acelerar los
procesos de transformación digital. Quizá, por ello, el sector de las
telecomunicaciones ha sido una de las áreas que en medio de la pandemia
no ha parado de gestionar e impulsar la política de informatización de
la sociedad.
Como parte de esa estrategia, fueron publicadas recientemente seis
normativas –de carácter multisectorial– relacionadas con la Empresa
Estatal de Aplicaciones y Servicios Informáticos (EASI) y el nuevo
modelo de gestión que implementarán paulatinamente, con el propósito de
incentivar los encadenamientos productivos y la actividad de
investigación-desarrollo e innovación, entre otros aspectos.
«Estas resoluciones salen un año después de la puesta en vigor de un
grupo de instrumentos jurídicos, que definen qué es la informatización
de la sociedad, regulan los aspectos de la ciberseguridad, y también
otorga un espacio de atención para la industria del software y de aplicaciones informáticas.
«En tal sentido, el Decreto Ley 370 fue la antesala a la
conceptualización de este marco legal, que ha permitido cambiar los
modos de hacer preestablecidos, y dotar de mayor facultades a las
empresas asociadas al ramo, para que realmente puedan aportar a la
sustitución efectiva de importaciones, así como al incremento de la
productividad y mejora en la calidad de los procesos», comentó a Granma
Luis Guillermo Fernández Pérez, director general de la empresa de
aplicaciones informáticas Desoft, una de las 22 entidades que se han
visto beneficiadas con las recientes normativas.
La industria del software tiene que revitalizarse, y un paso
importante en ese propósito son estas resoluciones que, entre otras
facilidades, ofrecen la oportunidad de promover nuevos modelos de
negocios a partir del uso de las tecnologías de avanzada, dígase
Inteligencia Artificial, Big Data y Computación en la Nube, y la
contratación de especialistas y estudiantes, fortaleciendo así la
relación universidad–empresa, sostuvo.
Asimismo, dijo, se establece ahora un modelo diferenciado de gestión
financiera, empleo y salario, que permite reordenar la fuerza de
trabajo, bajo un esquema uniforme de categorización profesional, y
brinda, además, mayor autonomía a la empresa en la distribución de
utilidades, como el salario.
Por otra parte, todavía queda pendiente cómo vamos a introducir en
este escenario de creación y desarrollo al sector no estatal, indicó el
directivo.
La empresa estatal siempre será la columna vertebral dentro del
proceso de informatización, pero deben abrirse los espacios y, para
ello, resulta necesario un cambio de mentalidad y de enfoque de negocio,
basado en el software como servicio, agregó.
«La industria tiene que incluir a todos los actores, y hay un sector
privado, cuentapropista, al que se le dio una serie de posibilidades y
licencias para trabajar como programador de cómputo, pero cuyo trabajo
–que no deja de ser interesante o meritorio– se desvincula de los que
hacen las easi, pues falta esa sinergia, que permita encauzar las
necesidades de ambos y dirigirlas a un mismo propósito: la
informatización de la sociedad», añadió.
El proceso de crear y desarrollar herramientas y aplicaciones
informáticas, indicó Fernández Pérez, no puede verse como un ciclo
cerrado, en el que no pueden intervenir otros actores. Es una práctica
cada vez más en desuso, pues la experiencia ha demostrado lo necesario
de potenciar el encadenamiento productivo, de cara no solo a reducción
de costos, capitalización tecnológica, sino, además, en el resultado del
producto final que se le entrega al cliente, añadió.
«La informatización de nuestra sociedad demanda ese encadenamiento,
en el cada cual ocupa un espacio, ya sea como gestor de la cadena o como
aprovisionador de algún tipo de servicio o tecnología», puntualizó el
Director General de Desoft.
DESOFT Y SU INCURSIÓN EN EL COMERCIO ELECTRÓNICO
A la par de la reorganización interna, categorización profesional y
preparación que implica implementar las recientes normativas, Desoft ha
continuado desplegando soluciones tecnológicas. Uno de sus más recientes
proyectos es la creación de una nueva plataforma para el comercio
electrónico en Cuba.
Ante la solicitud de la dirección de cadena de Tiendas Caribe, se
diseñó una tienda virtual en la provincia de Camagüey, que se encuentra
actualmente en fase de prueba, y dentro de sus funcionalidades incluye
la reserva de la compra en el carrito y mecanismos de seguridad para
evitar la intrusión de los llamados bots (programa informático
que efectúa automáticamente tareas repetitivas a través de internet),
que sobrecargan innecesariamente la plataforma, informó Fernández Pérez.
Para ello, precisó, trabajamos sobre un módulo prediseñado que tiene
como base el ERP Odoo, un sistema de código abierto desarrollado sobre
la base de una tecnología probada internacionalmente, con más de 3,6
millones de usuarios en el mundo y que, en el caso nuestro, fuimos
adecuando a nuestras propias necesidades y requerimientos del servicio.
«Asimismo, la tienda brinda al cliente la posibilidad de ejecutar su pago online a través de las dos aplicaciones que hoy existen en el país para estas funciones: EnZona y Transfermóvil», concluyó.
Fuente: Granma